Hola, ¿cómo estás? Qué tal has dormido?
Yo hace rato que te extraño.
Toda la
noche dando vueltas en tu piel.
Esperando el desayuno con la misma
bandeja de siempre.
Como siempre me dices… Si no lo
preparo yo ni te levantas.
Aquí sigo tumbada en nuestra cama,
esperando a que destapes este vacío y desayunar tus caricias.
Anoche quise abrazarte y te juro que
noté como me rozabas.
Tenía el cenicero justo delante y
pensé… Ya ha vuelto a dejar la colilla medio encendida.
Le das la última calada
hasta los huesos, la dejas consumirse, como se consumen tus versos.
Nunca me gustó ese olor a nicotina y
ahora mi cuerpo está impregnado con ese aroma.
Has dejado tu última calada en mí y
un fuego que me quema.
Que sabes que te seguiría hasta el
infierno si solo así puedo sentir tus llamas.
¡Qué calor! Me despierto empapada en
tu recuerdo, esperando ese desayuno que no llega.
Toda la noche dando vueltas, no
encontraba la posición, esa en la que solíamos acabar enredados.
Me sobra espacio, me faltan versos y
mi cama sigue vacía.
Detendría el tiempo en el milésimo
instante en que te desperezas y me abrazas.
Hola,¿cómo estás? Qué tal has dormido?
Yo hace rato que te extraño.
¿No has desayunado? Si no lo preparo
yo, ni te levantas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario