Cuando la inspiración llega en forma de bala
atraviesa todo aquello que se le pone por delante
perfora tu cuerpo con mucha facilidad
y se expande creando un temblor
que recorre todos tus órganos y tejidos
hasta llegar a cada poro de tu piel
entonces es cuando tus músculos
como mecanismo de defensa
agarran con fuerza una pluma
y se disponen a suturar cada herida
que ha dejado esa bala plasmando en papel todo ese dolor
y transformándolo en poema
y te desangras
y te liberas