Me sobró espacio entre pecho y espalda con todo lo que me diste
dejaste huecos vacíos de frustraciones y esperanzas que se escaparon como arena entre mis dedos
construí nuevas ilusiones con los escombros que quedaron de la mediocridad de tus actos
y levanté un castillo enorme que nadie pudiera traspasar
el problema es que ni yo soy capaz de derribar este muro por miedo a que mi alma quede desprotegida
con solo una fina tela de inseguridades que dejen al descubierto las heridas remendadas
con hilo del polvo de mis desastres
que ni mi castillo ni yo somos indestructibles
así que me enfrento cada día a un duelo con mi peor adversario
y con la esperanza de no ser derrotada.