Prometo seguir soñando

Siento que tengo que cambiar de estrategia para enumerar mis logros en positivo y no mis fracasos (sí, esto va por ti)
Siempre me repito una y otra vez, que lo estoy haciendo bien. Que estoy avanzando, a pequeños pasos para mí, que me exijo demasiado.
Si lo viera desde otra perspectiva, si fuera alguien que quiero, le daría un abrazo (sí, lo habéis leído bien, me cuesta, pero lo intento) y le diría que estoy orgullosa. Sin embargo, no logro decírmelo. Creo que todavía no he conseguido reconciliarme conmigo o es que no me quiero lo suficiente como para ver que lo estoy intentando.
Que quien sabe de batallas, sabe de fracasos y de intentos y de huidas.
He izado mi bandera tantas veces que ya no se distingue su blanco inmaculado.

Y también tengo que decir, por qué no, que a veces me canso de metáforas incoherentes y me gustaría poder gritar esas palabras que disfrazo con versos.
Y qué más da.
Sé que en el fondo no soy la misma que se hundía en el fango, aunque todavía existe en mi interior ese monstruo que me condena al abismo. Me recuerda que he llegado tarde y que mi tren ya se ha marchado. Que no soy más que esa niña asustada en el cuerpo de una adulta.

Sé que es una lucha constante y que por más que lo intente, ese monstruo seguirá acechando. Aunque de batallas ya sé y también de no me rindo.
Así que, de alguna forma, conseguiré derrotarlo y celebraré mis logros como YO MEREZCO, con un buen vino.
No puedo prometer cumplir todos mis sueños.
Pero prometo seguir soñando.




La tela de araña

Esa fina línea que me sostenía en la tela de araña en la que me balanceaba 
sin cerciorarme de que podía caer al vacío 
Sigue ahí
Aunque ya no me asustan los abismos 
Ahí aprendí de lo que soy capaz 
Todavía aprieto los puños con los abrazos y me hago pequeña 
Esa niña me persigue allá donde vaya 
Me avisa de las tormentas y de los días de frío 
Todavía me pregunta si tengo miedo y no sé qué contestar 
Lleva un paraguas consigo por si le da por llorar 
Que no le cale los huesos y los recuerdos 
Que luego no hay manta que abrigue las noches 
Ni los miedos 
Ni los recuerdos




No queda tiempo

El tiempo te atrapa y te zarandea dejándote atrapada en su red y tú creyendo tenerlo controlado

Ya no eres una niña

¿Qué pretendes hacer hoy con lo que no hiciste ayer?

No queda tiempo

Ya no quedan charcos que pisar

La lluvia borró las horas y los minutos

Paseas sobre la tela que fue tejiendo durante tantos años

Juega contigo a su antojo y deja en tu camino pruebas que debes superar

Y tú creyendo tener todo el tiempo del mundo

Cuando en realidad quien te tiene es él


Aprendiendo lo desaprendido

Estoy dejando de buscar respuestas absurdas en ese viejo baúl carcomido de culpas y desastres.  Estoy dejando la culpa atrás, mientras camin...