Prometo seguir soñando

Siento que tengo que cambiar de estrategia para enumerar mis logros en positivo y no mis fracasos (sí, esto va por ti)
Siempre me repito una y otra vez, que lo estoy haciendo bien. Que estoy avanzando, a pequeños pasos para mí, que me exijo demasiado.
Si lo viera desde otra perspectiva, si fuera alguien que quiero, le daría un abrazo (sí, lo habéis leído bien, me cuesta, pero lo intento) y le diría que estoy orgullosa. Sin embargo, no logro decírmelo. Creo que todavía no he conseguido reconciliarme conmigo o es que no me quiero lo suficiente como para ver que lo estoy intentando.
Que quien sabe de batallas, sabe de fracasos y de intentos y de huidas.
He izado mi bandera tantas veces que ya no se distingue su blanco inmaculado.

Y también tengo que decir, por qué no, que a veces me canso de metáforas incoherentes y me gustaría poder gritar esas palabras que disfrazo con versos.
Y qué más da.
Sé que en el fondo no soy la misma que se hundía en el fango, aunque todavía existe en mi interior ese monstruo que me condena al abismo. Me recuerda que he llegado tarde y que mi tren ya se ha marchado. Que no soy más que esa niña asustada en el cuerpo de una adulta.

Sé que es una lucha constante y que por más que lo intente, ese monstruo seguirá acechando. Aunque de batallas ya sé y también de no me rindo.
Así que, de alguna forma, conseguiré derrotarlo y celebraré mis logros como YO MEREZCO, con un buen vino.
No puedo prometer cumplir todos mis sueños.
Pero prometo seguir soñando.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aprendiendo lo desaprendido

Estoy dejando de buscar respuestas absurdas en ese viejo baúl carcomido de culpas y desastres.  Estoy dejando la culpa atrás, mientras camin...