Aprender y avanzar

Cada vez que escribo una nueva página de mi vida, siento que tengo que arrancar otra que no me sirve. A menudo pienso que he aprendido poco del pasado y no necesito medallas para galardonar mis posibles méritos, que a la vez, son mis fracasos. 
Qué debería hacer, pasar página o arrancarla de mi calendario. 
Sigo extrayendo las esquirlas que una vez quisieron ser fragmentos de algo en construcción. Que fue alzado con restos de los escombros de muros levantados. 
Aunque siento que los cimientos son cada vez más fuertes. 
Amarraré las varillas con mis tendones y vaciaré mis vasos y venas para evitar grietas. De mis pulmones la azotea, uno al lado del otro. Inhalando y exhalando para cobijarme de las tormentas. 
Enfundadas las paredes con mi piel, suave y cálida. No antes de vestir de muebles con mis músculos y costillas.
Tejeré un mantel con las páginas arrancadas de mi calendario de días tristes. 
Seré mi hogar.
Por una vez.
Seré mía. 




Escapar

Hoy despierta el día cubierto de nubes teñidas de amarillo y naranja.

Me invade la nostalgia y quiero atrapar esas nubes entre mis dedos. Estrujarlas y que sus colores pinten mi cuerpo de miles de tonos diferentes. 

Un día soy lienzo y otro día soy poema. 

Hoy necesito sentir que la adrenalina recorre mi cuerpo como caballos salvajes.

Arranco en coche, la carretera es mía. Abro la ventanilla y acelero. El viento ya no acaricia mi rostro, ahora es frío y violento.

Subo el volumen de la música,, U2 "I Still haven't found what I'm looking for"

Mi corazón se acelera cuando el velocímetro sube. Siento vibrar mi cuerpo y no soy consciente de lo que pasa fuera.

Ya no quiero tener el control de todo.

No quiero pararme a preguntar qué pasará.

"I Still haven't found what I'm looking for"

Estoy cansada de vivir en esta maldita obra de teatro e interpretando un papel que, en ocasiones, no sé si me pertenece. De igual manera, con máscara incluida, escuchando a los transeúntes divagar sobre lo que creen más importante en su vida y sin ni siquiera levantar la vista para mirar qué nos queda.

Sigo sin saber qué estoy haciendo, mientras mi pie aprieta con fuerza el acelerador.

Aunque siento que este frío violento no me llena. Desacelero y cierro la ventanilla.

Vuelvo a incrustar la máscara en mi rostro e intento ensamblar esas partes de mí que lo necesitan. 

Un día soy lienzo y otro día soy poema.




Sigo buscándome

Sé que algún día volveré, aunque en realidad parezca que nunca me fui. Tal vez una parte de mí se perdió por el camino. Un camino recorrido que, posiblemente, no lleve a ninguna parte. No, no estoy divagando, sé que esas partes que vagan por lugares insólitos, regresarán. Siempre me pregunté dónde fueron a parar. En qué rincón del subconsciente estarán agazapadas todas esas ideas, esas palabras que nunca se dijeron, esos abrazos que no pudieron constreñir nuestro pecho, haciéndolo bombear en cada pulso acelerado.
Tal vez necesite una brújula, aunque posiblemente sea que esté perdiendo el norte. Como se pierden esos besos contenidos. Quizá la locura no sea una idea tan descabellada, que, en ocasiones, la coherencia tiene aristas muy afiladas. 
Si tengo la suerte de volver de dondequiera que me hallase, tengo que averiguar en qué partes de mí acomodaré cada una de esas emociones, esas premisas y convivir de forma neutral con ello, que es lo más complicado.



Aprendiendo lo desaprendido

Estoy dejando de buscar respuestas absurdas en ese viejo baúl carcomido de culpas y desastres.  Estoy dejando la culpa atrás, mientras camin...