Hasta que anochezca

Apareces cuando menos lo espero.

Cuando pensé que ya no volverías.

Sigilosamente, te acercas y vas construyendo tu castillo, que es mi celda.

Mientras, arañas mi piel con los restos de tus escombros.

Tejiendo quimeras

No te quedes a mi lado si no lo sientes. No insistiré más. Deberías leer en mis ojos cuánto te he necesitado. El vértice de mis brazos ya no...