¿Cómo lo hago?

Dime, ¿Cómo lo hago?

¿Cómo hago para no rendirme? Cómo hago para descalzarme esta aflicción que me pesa al avanzar. Mi mente está sumisa en una extraña danza de letras incoherentes que no consigo descifrar.

Y me pesan

Y me ahogan 

Que los años no arreglan los rotos y los zurcidos de la vida, ni las miradas perdidas en vacíos inexplicables.

A veces la nostalgia tiene aristas muy afiladas y cuando intentas descansar en ella, es inevitable que deje huellas marcadas en nuestra piel. Después arrastramos un dolor indescriptible, como pequeños seres diminutos mordiéndonos por dentro.

Y nuestra trayectoria por la vida se basa en no pisar la sensatez y que nos pille descalzos. Que a menudo caminamos sobre clavos y ya no sentimos más dolor del que conocemos. 

Solo nos queda cerrar los ojos y refugiarnos en ese mundo onírico, que si nos proponemos, conseguimos controlar, antes de que sea nuestra mente la que nos controle a nosotros. 




Espero que te guste lo que lees

Si te ha gustado, puedes apoyarme y adquirir un ejemplar de Kintsugi, mi primer poemario.

Muchas gracias por leerme.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aprendiendo lo desaprendido

Estoy dejando de buscar respuestas absurdas en ese viejo baúl carcomido de culpas y desastres.  Estoy dejando la culpa atrás, mientras camin...