Los valientes merecen más de una vida

He vuelto a abrir ese viejo baúl carcomido

Dejé de limpiar el polvo de la superficie, porque me ahogaban los recuerdos

Ahora sé que esas letras que dejé resquebrajadas, pueden dar sonido a unos labios mudos

Que la palabra no tiene por qué morir en un solo intento

Y que si miras esas motas de polvo a contraluz, podrás ver los destellos de nuevas oportunidades

Ahora sé que no todos los abrazos contienen abrojos

Que algunos de ellos incluso pueden curar viejas heridas de esquirlas afiladas

Y que en esos abrazos puedes encontrar algo parecido a lo que sientes cuando engendras un poema

Solo tengo que aprender a ser YO y guardar de una vez en ese viejo baúl carcomido, la culpa y el miedo

Aprender que un abrazo sincero no contiene espinas

Que puede ser el momento de colgar la coraza y la espada

Y que los valientes merecen más de una vida


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