Metamorfosis

Sostener el miedo y la culpa a menudo es agotador.
Caminar con paso firme sobre espinas es difícil de soportar.
Intentas desprenderte cada día de una fina capa de tu coraza, con la incertidumbre de que alguien pueda volver a atravesar esa parte que tanto tiempo protegiste.
Y te das cuenta de todo lo que has perdido mientras estabas ocupada intentando alejar a esos monstruos, de los que será difícil deshacerse.
Pero, después de todo, esperas que ocurra esa metamorfosis que te salvará del daño que causaron.
Y volarás como nadie creyó que podrías.
Algún día lo conseguirás.
Porque nunca te rindes.











Sombra y silencio

Hay días en los que avanzas diez pasos, 
y sin embargo, otros días solo queda una sombra que se alarga en el silencio, 
como si el tiempo se hubiera detenido solo para ti.
Las horas pesan, los pensamientos te arrastran, y todo lo que ayer parecía posible hoy se esconde tras un velo gris.
No hay ruido, solo el eco de lo que no fue,
de lo que pudo ser y no fue suficiente.
Y en esa quietud que duele, en esa calma que no consuela, uno aprende a convivir con la ausencia de fuerzas, de respuestas y de sentido.
Pero aun así, la sombra está ahí y si existe sombra, 
es porque en algún lugar todavía hay luz.








Inventario de una ausencia

Se fue. 
Se fue igual que vino, 
como un relámpago, 
y no supe cómo detenerlo.
Se fueron sus mentiras y sus verdades, 
y todos sus disparates.
Se fue el vacío y la ausencia.
Se fueron las ganas de estrujar la coherencia.
Se fueron las noches en vela, 
y las velas encendidas.
Se fueron los brindis con vino 
y las borracheras de besos escondidos.
Se escondió en un hueco vacío, 
allí donde nadie pudo encontrarlo.
Agazapado, como un animal herido,
esperando un rescate.



Cartografía de una cicatriz

Escribo para llenar los huecos que dejaron las cicatrices.

Para poder gritar en silencio a mis renglones

 lo que nunca le grité al mundo.

Para no dejar morir lo que creí muerto en mí.

Y para convencerme de que existo y sobrevivo.

Que perdonen mis renglones,

mi pluma y mis fracasos,

si pisoteo la incoherencia

con unas letras que no se sostienen.





Ceguera emocional

A veces soy incapaz de ver el verdadero valor de las cosas. No porque no vea, sino porque dejo de mirar. Dejo de sentir el valor de lo que t...