Podríamos ser

Podría decirte, que es precioso ver el reflejo en tus ojos del atardecer en el mar. 
Que aunque sabes que soy más de montañas, muero por probar en tu piel el sabor de la sal.
Que me niego a creer que solo las olas acarician tu espalda y que quiero ser tsunami en tu cuerpo. 
Podría decirte, que cuando estoy contigo, me vienen a la mente palabras sueltas como salvaje, sentir, fuego o escalofrío y que, a solas, se convierten en verso y en delirio.
Podría pedirte que me explicaras cómo consigues que sienta este fuego salvaje que crepita dentro cuando estoy contigo y que me provoca escalofríos. 
Podría pedirte que te quedaras conmigo.
Podríamos ser amanecer y podríamos ser mar. 
O esa brisa mañanera que se cuela por los agujeros de la persiana. 
Que nos invita a amarnos de nuevo, enredar nuestros muslos y azotados por el deseo, seamos uno.



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