Pregunta mañana

¿Que cómo estoy? Bien...
Bueno, tengo que decir la verdad, no?
¿Puedes preguntar mañana? Prometo estar bien entonces. Prometo decirte que me he sonreído, que he bailado descalza y en ropa interior.
Hoy necesito no estar bien, creo que puedo permitirme un día así, no?
Mañana quizá te cuente mis progresos. Tal vez te diga que tengo tantos proyectos que no sé por dónde comenzar.
Te explicaré que ya no me desgarra la piel los fantasma del pasado y conseguí enterrar todo lo que un día me destrozó. Pero hoy quiero hundirme en una almohada blandita y descargar toda la frustración y el dolor que nunca nadie entenderá.
Mañana, estoy segura de que podré explicarte que me miré al espejo y me sentí guapa, que me arreglé para mí y salí a explorar nuevos lugares. Que sigo soñando despierta con un mundo paralelo donde todo es diferente. Que tal vez no sea una idea descabellada esa de irme sola de viaje, saber que soy capaz y suficiente.
Pero hoy necesito ser ovillo y quedarme agazapada en un rincón. Que nadie me vea llorar y llorar hasta deshidratarme. Ponerme música triste y sentir que todas las letras las escribieron para mí. Sentirme tonta y rara y que nunca estaré a la altura del mundo.
Necesito sentir que puedo sentirme así sin sentirme culpable.
Por favor...
Pregúntame mañana.
Prometo comerme el mundo.
Pero hoy NO




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