Seguir

No me paré a pensarlo, lo hice sin más, seguí y posiblemente sea el acto más valiente que haré jamás. 
Quizá en el recorrido, muestre mi vulnerabilidad más de lo que me gustaría. 
Tal vez tengas tantas dudas sobre mí, que no sabrías cómo formular las preguntas. Déjame decirte que, todavía no encontré las respuestas y que quizá nunca lo haga. 
Como tampoco encontraré el motivo por el que decidí seguir y créeme que es lo que menos importa. 
Dejé también de buscarle un motivo por el cual todo pasa o todo sigue.
Vacié mis párpados y les di un nuevo color, como también hago en mis ojos. Que veces me aterra pensar que son el espejo del alma. 
Donde queda todo escrito y todo almacenado, como en el subconsciente. Solo que, a la intemperie, sin lazos que lo adornen. 
Qué más da, si mis ojos han arañado tantas lunas y se han quemado con tantos soles. Que a veces creo que la transparencia de mis cicatrices comienza en mi mirada. 
No me culpes si no puedo mirarte de frente, que aunque sea de fiar, me cuesta mucho sostener mis heridas y que brille el sol, todo a la vez. Que no soy tan fuerte.





No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aprendiendo lo desaprendido

Estoy dejando de buscar respuestas absurdas en ese viejo baúl carcomido de culpas y desastres.  Estoy dejando la culpa atrás, mientras camin...