Quisiera tener una perspectiva diferente cuando miro a los ojos del mundo.
Aprender a contar los minutos, las horas y los días henchida de anhelo.
Que la aridez de mi garganta no reprima mis ganas de gritarle al mundo.
Que soy voz.
Que soy pupilas y soy viento.
Cuando respiro sin el nudo en mi garganta.
Sin la soga en mi cuello.
Que no soy fría como témpano de hielo.
Que todavía quedan pavesas crepitando en mi interior.
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